Otro de esos aluviones de recuerdos,
un tornado torbellino viento huracanado,
y la buena sensación de darme cuenta de que los caminos que elegimos son infinitos,
transitables a paso firme pero pacifico,
con la posibilidad siempre de parar en alguna nueva estación
para reencontrarnos, reencontrame y reencontrarte.