viernes, 21 de enero de 2011

Hay veces que no, no hay nada para decir.
La gente se empeña en llenar los silencios, se sienten incomodos,
como si fuera sinónimo de aburrimiento,
de incomunicacion,
como si yo no pudiera sentirte 
y saberte 
y conocerte 
mirandote sin decir nada.
Como si no pudiera leerte con mi nariz pegada a la tuya
envuelta en telas y en humo,
en todas las lunas y los soles de este universo.

 Foto: www.flickr.com/photospanda

1 comentario:

  1. Que bueno reconocernos tan vulnerables al amor.
    Te amo tanto que me estallo

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